lunes, 8 de junio de 2020

MANTA, CAMINO AL DESARROLLO


¿HACIA DONDE DEBE MIRAR MANTA PARA CAMINAR AL DESARROLLO?


 Arq. Karla Barcia Ruiz


@baruconsourcing.com



“Se puede afirmar que no se pueden dirigir ciudades del siglo XXI, con estructuras del siglo XX y dirigentes del siglo XIX” (Martínez, A. 2004).

El análisis del entorno territorial es básico para la implementación de una estrategia, que requerirá de una planificación matriz, clave para el desarrollo del cantón. 

La esencia de la planificación proviene de la visón de un territorio ideal para la ciudadanía mantense. 

Deseo que es manifestado por los agentes que intervienen en la gestión urbana y rural. Se visiona una ciudad perfecta, repleta de proyectos, diversidad de programas y prometiendo dar soluciones a todos los problemas generados por el subdesarrollo.

¿Se puede construir la ciudad perfecta?
Para responder a esa pregunta, se debe empezar por la siguiente afirmación: “No existen ciudades perfectas”. Manta no puede transformarse en una ciudad perfecta. Tampoco puede transformarse en una ciudad desarrollada de la noche a la mañana.

Quienes prometen un abanico de proyectos y planes, debe considerar en primera instancia la disponibilidad de recursos financieros. ¿Manta cuenta con la capacidad financiera para cubrir todos los megaproyectos que ofrecen convertirnos en una ciudad perfecta?

Ciudadanos seamos realistas, nuestro cantón no puede gestionar cientos de programas de desarrollo, miles proyectos y decenas de estrategias ilusorias. Dejemos de soñar un poco y aterricemos a nuestra realidad.

¿Hacia dónde debe mirar el Cantón Manta para caminar hacia su desarrollo?

Ya aterrizados, el cantón Manta cuenta con recursos financieros limitados y un abanico de necesidades, que en hora buena mediante estudios municipales y algunos de ustedes como ciudadanos habrán identificado como prioritarias. 
Manta debe mirar dos ejes claves para caminar hacia su desarrollo

Eje 1: El sector rural como primer enfoque de desarrollo de producción

Eje 2: El entorno urbano ambiental (saneamiento ambiental del sector urbano de Manta)

El sector rural, motor de producción
La situación productiva de Manta ha manifestado el profundo deseo del joven por querer trabajar, pero se encuentra con la adversidad habitual -¡No hay empleo! Generar plazas de productividad en el sector rural es una opción enriquecedora, porque se activan zonas deprimidas, aumenta la productividad, se multiplica el dinero y se dispersa la aglomeración concentrada en zonas urbanas y esto genera desarrollo.

El sector rural aporta con suelos productivos para generar emprendimientos agropecuarios. Es necesario apostar por cadenas de producción agroecológicas y generar centros de información productiva. El sector pesquero artesanal, no se queda atrás, ordenanzas y acciones óptimamente diseñas pueden facultar modelos cooperativos entre artesanos basados en créditos de productividad y desarrollo.

El sector ganadero debe reactivarse sosteniblemente. Manta cuenta con espacios habilitados para gestionar el ganado de forma salubre y rentable. Manta al apostar por tratamientos de producción y mejoras en la calidad de consumo de carnes, estaría creando especialización y diversificación en la matriz productiva del territorio.

Es evidente el escaso empoderamiento que tiene el mantense en el momento de actuar a favor de su progreso, pero no todo recae en el ciudadano, los gobernadores no están generando el entorno adecuado para que el ciudadano se sienta seguro de elegir alguna plaza productiva.

Los gobiernos deben facultar el sector rural, invirtiendo en programas de producción agropecuaria, generando accesibilidad de servicios básicos, fortaleciendo la conectividad zona urbano-rural y promoviendo prácticas sostenibles de producción pesquera.

Hay que destacar un factor sumamente importante, si se piensa apostar por el sector rural como eje desarrollo. Ese factor importante es la identidad rural, no se puede confundir desarrollo con urbanización. El sector rural puede desarrollarse sin perder su identidad como territorio. Desarrollo significa bienestar y progreso, el sector rural puede generar desarrollo para el cantón mediante prácticas sostenibles, ecológicas y de patrimonio natural-cultural. Las ordenanzas municipales desempeñan un rol protector para la conservación del territorio.

El turismo rural, es un medio de producción y rentabilidad que protege la identidad del territorio. Si el ciudadano está pensando en invertir, le recomiendo que apueste por este tipo de actividad económica. 

Visionar el sector rural como medio de desarrollo requiere: invertir en tecnologías limpias para el sector pesquero, promover medios de producción agropecuarios, atribuir prácticas de salubridad en camales, reforestar zonas áridas, proteger el patrimonio urbano-rural, proyectar el paisaje rural como patrimonio turístico, habituar el saneamiento ambiental, etc.

Saneamiento ambiental en el sector urbano.
Para atender el eje 2, se debe comprender un aspecto bastante notorio. Nuestra Manta urbana está aglomerada y colapsada. El casco central de Manta oferta un abanico de infraestructuras residenciales, administrativas y financieras. El manta urbano posee un diseño vial bastante aglomerado. Su sistema social se encuentra interconectado.

El sector urbano de Manta requiere como prioridad saneamiento ambiental. Manta ha crecido económicamente por los ciudadanos, porque sus habitantes son trabajadores. Los gobiernos no han generado el motor productivo que caracteriza el sector urbano.

Entonces, que no se malgasten recursos en lo que ya es existente. A Manta urbano le urge el saneamiento de sus ríos, playas, el tratamiento de sus aguas residuales, seguridad y protección social. 

¿Por qué Manta no puede ofrecer como paisaje turístico natural el río burro?, ¿Por qué los mantenses  tenemos que comprar redes purificadoras de agua y bidones con agua para el consumo del líquido vital?

 Si queremos desarrollo urbano, será necesario visionar el saneamiento ambiental como eje prioritario y fortalecer la seguridad ciudadana como acción indispensable para gestionar los efectos de aglomeración.

Grafico general: 1.-Metropolis de alimentos (zona del Aromo) 2.- El río que tenemos 3.- El río que queremos.

Manabí semaforización


¿Que implica para los cantones de Manabí pasar del semáforo rojo al amarillo?


Arq. Karla Barcia Ruiz
baruconsourcing@gmail.com


Las decisiones para el cambio de semáforo en la provincia de Manabí deben asumirse de manera integral como territorio, no de manera independiente o aislada.

Recordemos que la covid-19 es una enfermedad de transmisión en red.

Las ciudades proporcionan a los virus todo lo que necesitan para reproducirse: densidad de población y altos flujos de movilidad.

El cambio de semáforo plantea a los ciudadanos asumir el compromiso de prevenir la propagación de la pandemia a través de disciplina.

Evitar el brote de la pandemia sugiere a los líderes de las ciudades transformar el espacio público y el transporte, para otorgar a los ciudadanos las condiciones que garanticen la seguridad en los desplazamientos.

Recapitular el espacio público antes de la pandemia, nos recuerda un espacio violento, inseguro, contaminado, poco productivo y deficiente diseño. Provocador de afectaciones a la salud y  muerte de docenas de ciudadanos.

Comparando el antes y después de la covid-19 en nuestras ciudades, el riesgo a salir de casa, es el mismo.

El cambio de semáforo plantea a los cantones manabitas, cambiar los usos y funcionamiento de las calles para responder de manera efectiva en la recuperación de la covid-19 sin dejar de responder a las necesidades de los manabitas.

A medida que las ciudades comienzan a recuperarse, y los flujos de movilidad aumentan sobre el espacio público. Pensar en el futuro es el desafío.  

Asumir el cambio de semáforo al color amarillo con garantías, requerirá de decisiones efectivas y rápidas. Entre algunas posibles alternativas se propone transformar el sistema vial para fomentar de forma segura el uso compartido de las vías como por ejemplo: innovar en el uso de las vías para crear aceras expandidas,  carriles para bicicletas o calles peatonales para permitir el distanciamiento físico. Cambiar usos del espacio público para fines deportivos, productivos, recreacional o comercial.

Los gobiernos nos adeudan socializar sobre salud, por lo tanto es momento de impulsar la participación pública y resaltar la importancia de nuestras calles para crear espacio, lugar y recuperación.

Para los cantones manabitas el cambio de semáforo implica actuar a favor de la salud y seguridad de los ciudadanos. La luz amarilla nos invita a trabajar en conjunto para alcanzar con garantías la recuperación de nuestro territorio.  



Grafica 1.-  Uso compartido de las vías.

1.- Áreas de espera y saneamiento (comercio, ciclo vías, zonas peatonales)

2.-Señaletica/caminos seguros.  


Grafica 2.- Transporte y movilidad-Espacios para el distanciamiento

viernes, 8 de mayo de 2020

Recursos de salud para Manabí


ANÁLISIS SOBRE GESTIÓN DE RECURSOS EN SALUD
EN LA PROVINCIA DE MANABÍ
FRENTE AL COVID-19



Arq. Karla Barcia Ruiz
BARUCONSOURCING C.L.

La provincia de Manabí se prepara para asumir el mayor desafío de este tiempo, enfrentar la crisis de salud provocada por la pandemia del  coronavirus COVID-19.

La dimensión urbana de la provincia de Manabí proporciona al virus todo lo que necesita para reproducirse: densidad de población y altos flujos de movilidad, que se traducen en una amplia forma de transmisión.

¿Cómo enfrentar una crisis de salud sin recursos de salud?
Manabí con población aproximada de 1.37 millones de personas,    densidad poblacional de 81 habitantes por Km2, indicador que está por encima de la media nacional del 2019 a la que corresponde 67 habitantes por Km2, según el INEC.
Tendencia de movilidad intermodal (aeropuerto, puerto marítimo y terrestre).
Con indicadores significativos de población sin acceso al servicio de agua potable. ¿Cómo insistir en el lavado de manos como medida de prevención al coronavirus sin agua? (Adjuntamos infografía)
La capacidad hospitalaria es deficiente y los recursos de atención médica son insuficientes. Extender la capacidad hospitalaria es un recurso que se debilita frente a la magnitud de la pandemia.
Una vez impuestas medidas de aislamiento social para reducir la propagación del virus, estas no fueron asumidas por la población.

Con estos antecedentes el brote epidémico del coronavirus en nuestro territorio era inevitable.

Décadas de una planificación defectuosa que hoy cobra la vida de cientos de ciudadanos y una crisis de salud difícil de enfrentar.

La experiencia que nos deja el desarrollo de la covid-19 en la provincia de Manabí, es el colapso del sistema hospitalario y una difícil crisis de salud. El número de población contagiada se expande en el territorio y con ello la necesidad de atención médica para recibir el tratamiento de acuerdo al protocolo (171-MSP-IESS) y cuadro clínico, sea este de manejo domiciliario u hospitalario. La hospitalización y el tratamiento oportuno de pacientes críticos dependen de la disponibilidad del equipamiento médico adecuado que en su conjunto constituyen las camas críticas. 
Gestionar la capacidad hospitalaria depende del territorio, economía y modelo de salud imperante para gestionar de manera integral los recursos; no solo es contar camas. La atención de casos críticos de COVID-19 amerita el uso de camas críticas, es decir, camas con sistemas de ventilación mecánica propias de las Unidades de Cuidado Intensivo (UCI) y personal médico.  Recursos indispensables de todo sistema de salud.
De importancia es oficiar datos confiables que permitan hacer proyecciones para anticipar la ejecución de acciones efectivas, por ejemplo evaluar la cantidad óptima de camas críticas en relación al esfuerzo realizado para disminuir el incremento de contagios o invertir en mejorar la calidad de vida de la población.


Reducir la propagación del COVID-19 es tarea de todos, sin embargo, debe ser liderado con estrategias efectivas y rápidas que promuevan la prevención y participación activa entre autoridades, expertos y comunidad, para no comprometer la seguridad de los ciudadanos y afectar las economías vulnerables. 
La eficiente administración de esta crisis depende, de identificar las principales necesidades, deficiencias y desafíos, para intervenirlas a través de la sensibilidad de las proyecciones en el antes, durante y después de superar la pandemia.
Invertir en la salud y seguridad de los ciudadanos en este momento es garantizar un mejor futuro para la provincia.

La salud y el bienestar de la población son prioridad sobre cualquier interés o acción individual. Pensar en esto conlleva a reflexionar sobre cuál es nuestro rol en la sociedad y hasta qué punto nuestras decisiones individuales afectan la vida de otros. 


martes, 28 de abril de 2020

Plan plioto para reactivación económica en Manabí frente al COVID 19


PROPUESTA
IMPLEMENTACIÓN DE PLAN PILOTO DE MOVILIDAD PARA 
REACTIVACIÓN ECONÓMICA DE MANABÍ COMO ESTRATEGIA DE 
PREVENCIÓN AL COVID 19


Arq. Karla Barcia Ruiz
Baruconsourcing C.L.


La emergencia sanitaria declarada por la OMS a nivel mundial plantea un importante desafío a los países del mundo. Implementar medidas de distanciamiento social, para disminuir la propagación de la covid19.

Google preparó un informe sobre tendencias de movilidad en el Ecuador. El informe describe los patrones de frecuencia de ciudadanos por: residencia, actividades comerciales, estaciones de transporte, actividades laborales, y parques. La tendencia reporta altas frecuencias de concentración de ciudadanos de acuerdo a estas actividades. Fig. 1


Fig. 1 Propuesta sobre desconcentración de población por actividad económica.



Con este antecedente, la provincia de Manabí posee un aproximado de 1.40 millones de habitantes y 34 mil espacios para actividades comerciales. Se hace necesario implementar medidas y normas a través de un plan de movilidad y políticas de transporte, que gestionen normas y alternativas de transporte como recurso estratégico para reducir la concentración de población y propagación de la Covid-19 en el espacio público.

Manta, con una población aproximada a 230 mil habitantes, registró de acuerdo al INEC más de 5 mil unidades activas de producción económica.

Compartimos el mapa de concentración de población por actividades y frecuencia de usuarios, por parroquia, durante el confinamiento en la ciudad de Manta. El mapa identifica aglomeración de población por necesidad de servicios alimenticios y bancarios por cada parroquia de la ciudad, demostrando insuficiencia de equipamientos. Fig. 2

Las medidas de confinamiento implementadas desde el gobierno central se han fundamentado en el aislamiento y distanciamiento social como medida de prevención ante el contagio de la covid-19. La relación espacio público, economía y salud son el puente de contagio en nuestras ciudades.

¿Cómo promover el uso adecuado del espacio público para re activar la economía sin comprometer la salud de los ciudadanos?

Desde Baruconsourcing se propone la implementación de un plan piloto de movilidad urbana aplicado a cada parroquia a través de la dispersión concéntrica. La propuesta promueve el uso compartido del espacio público mediante el re-diseño del sistema vial para asignar nuevos métodos de movilidad de acuerdo a las necesidades de desplazamiento.
Las medidas de distanciamiento sugieren una distancia no menor a 1.50 metros entre ciudadanos. Esto quiere decir que mientras dure la emergencia sanitaria el diseño de nuestros espacios públicos deben alcanzar una dimensión mínima de 3.00 metros de ancho para cumplir con las medidas de distanciamiento. Transformar el espacio público de nuestras ciudades en plena crisis debe considerar alternativas de diseño que se ajusten al momento económico local y apunten a incrementar la confianza y seguridad de la población en los distintos modos de desplazamiento en el espacio público como estrategia para reactivar la economía de nuestro territorio.
La propuesta abarca todo el sistema vial existente para transformarlo por circuitos de vías de uso peatonal, ciclo vía, transporte público y transporte privado. Implementa también equipamientos; señalética de distanciamiento social y de cambios de usos del sistema vial.
El pronóstico de contagios frente a la concentración de población en las ciudades, no es alentador. Se hace necesario impulsar alternativas de movilidad que no afecten las economías, como la del uso del transporte público.

Las medidas  de distanciamiento promueven desplazamientos a modo individual. La gestión del transporte público debe insistir en el uso de mascarillas y equipos de protección, desinfección de las unidades,  gestión de cambios en las operaciones, horarios, capacidad de usuarios, distanciamiento y seguridad entre pasajeros.  Establecer paradas más largas, implementar cabinas o personal para administrar los cobros, a largo plazo considerar la aplicación de tarjetas electrónicas para realizar los cobros del transporte público. Cambios necesarios para cuidar la salud de los usuarios.
Abrir diálogos con el sector del transporte, para gestionar vehículos que puedan cumplir la función de ambulancias durante la emergencia, desde cada parroquia.
Desarrollar una base de datos de comercio informal para re-pensar una ubicación estratégica y desconcentrar servicios.

Indispensable crear big data abierto y en tiempo real, para construir datos que informen los sitios de concentración de habitantes y muestren alternativas de destino.
Es posible participar de la ciudad mediante nuestros hábitos y cada hecho cotidiano tiene una alternativa para alcanzar el desarrollo. Debemos construir una ciudad, donde cada ciudadano sea capaz de cuidar su ciudad, mediante su práctica. De esta forma, mejoraremos nuestra salud, comercio y economía. Transformemos nuestra ciudad.
Fig 2. Cambios de movilidad 


lunes, 20 de abril de 2020

BIG DATA ¿una alternativa de desarrollo para Manta después del COVID 19?


Por Wendy Barcia Ruíz
Gerente de Baruconsourcing C.L







A nivel mundial, el COVID 19 ha dejado pérdidas humanas, económicas y alteraciones en los hábitos de cotidianidad. La cuarentena en algunos países estará por finalizar y quedará la interrogante ¿y ahora qué? Probablemente, la respuesta más concreta sea: “volver a la cotidianidad y continuar”, pero, realmente ¿es cuestión de enfocarse en volver a la cotidianidad?
Volver a la cotidianidad no será fácil y regresar al “antiguo estilo de vida” será la opción menos óptima en términos de desarrollo y productividad.      

El COVID 19 convirtió las tecnologías de la información y comunicación (TIC’s) en la opción de productividad viable para quienes debían quedarse en casa.

Servicios telemáticos fueron utilizados en áreas de salud, educación, producción, administración, restauración (alimentación y bebidas), información y actividades comerciales.

Las TIC’s han liderado los mercados económicos y la transformación social ha sido impactante. Todo se reduce a un Smartphone: videollamadas, chats, servicios de compra y venta, aprendizaje, información, ubicaciones geográficas, etc.   

En un Smartphone, pequeño dispositivo tecnológico se gestionan inmensas cantidades de datos, información que es codificada y programada para generar servicios ágiles, eficientes y seguros.
El BIG DATA y la tecnología permitieron la gestión de inmensas cantidades de datos que ofrecen servicios telemáticos, tecnológicos y ágiles al servicio de la comunidad.

El big data ha sido definido por Capell (2019), como volúmenes inmensos de información, enormes cantidades de datos generados por personas y máquinas que tienen por finalidad, aumentar el conocimiento que tienen las organizaciones sobre sus proyectos y operatividad para la toma de decisiones, además de, elaborar predicciones para reducir riesgos relacionados a las preferencias y gustos de los consumidores.

Utilidades del BIG DATA

La gestión de big data ha permitido:

  • El control sobre el estado de maquinarias industriales mediante sensores, previniendo futuros daños y pérdidas de producción.
  • Estudiar el rendimiento físico de deportistas, mediante dispositivos inteligentes que miden la capacidad física y estado de nutrición, para mejorar niveles en competencias.
  • Sentido de ubicación y movilización espacial mediante dispositivos GPS.
  • Conocer la cartera de clientes, para prevenir la disminución en ventas e incrementar el nivel de ventas de los comerciantes.
  • El big data permite que “hoy”: se compren productos sanitarios y alimenticios mediante aplicaciones digitales, se busquen vacunas a virus infecciosos, se encuentren conectados a redes sociales, y estén trabajando telemáticamente. 


¿Una alternativa de desarrollo para la ciudad?

Ahora todo es BIG DATA, es necesario implementarlo. En términos de desarrollo territorial, algunos expertos dirían que se trata de las “Smart Cities”, y entraría a debate la inversión en desarrollo sanitario y social versus desarrollo tecnológico y el debate difícilmente acabaría, pero no es cuestión de debatir sino de actuar.

El sistema social y sanitario es prioridad y debe ser prioridad, por esta razón, el big data debe gestionarse, no sólo como un aplicativo tecnológico, sino como un instrumento de utilidad para el sistema sanitario, social, económico y ambiental.

Aplicaciones:  
En el sistema sanitario: la ciudad cuenta con población profesional en áreas de informática y programación, capaz gestionar aplicaciones que gestionen bases de datos de enfermos, control de medicamentos, seguimiento y rendimiento del virus, movilización de ciudadanos en cuarentena. La gestión viene de dos vías: funcionarios públicos y voluntarios.

En la academia: en semanas próximas se gestionarán servicios digitales de educación, pero su oferta académica necesita REVOLUCIONAR, la próxima generación de profesionales debe tener conocimientos en programación, en servicios digitales, codificación y gestión de las TIC’S, profesionales en marketing digital, científicos de datos, etc.

En el sistema laboral: cantidades de profesionales desempleados deben especializarse en habilidades relacionadas a las TIC’S, es la nueva demanda laboral.

PYMES: deben invertir en programas ágiles para conocer a sus clientes e incrementar sus ventas. Deben proyectarse en el comercio electrónico.

En el ocio: es conveniente aprovechar la cuarentena para navegar en el internet. Para los jóvenes existen juegos gratuitos de programación java, oportuna para el desarrollo de habilidades en programación digital.  

En el gobierno: invertir en big data es prioridad, se recomienda implementar inteligencia turística en la ciudad: recorridos virtuales promocionados en las páginas web institucionales a nivel internacional.
Invertir en proyectos big data para: solucionar problemas de fraude fiscal, diseños inteligentes que optimicen la movilización del transporte público, sistemas y sensores para el control de sanidad en espacios públicos y mercados de abastecimiento y, ventanas virtuales de atención al ciudadano.
Durante el 2017 los países del mundo han invertido $150.8 billones de dólares en proyectos big data (BID, 2019), la ciudad merece un nuevo salto de desarrollo.
  

sábado, 11 de abril de 2020

LA DIMENSIÓN URBANA EN LA PROVINCIA DE MANABI FRENTE AL CORONAVIRUS COVID-19


Arq. Karla Barcia Ruiz
baruconsourcing@gmail.com



COVID-19, enfermedad causada por el SARS-CoV-2, cruzó por primera vez la división animal-humano de un mercado en Wuhan, una de las ciudades chinas más grandes y con un importante nodo de transporte con conexiones (periurbanas y rurales a urbanas) nacionales e internacionales.
Analicemos la relación entre pandemia y ciudad para comprender los desafíos urbanos que nos plantea.

Urbanistas y profesionales de la salud se refieren a la pandemia como un tema que no es nuevo. El riesgo de muerte del COVID-19 es menor al ébola, cuya tasa de mortalidad es del 60%, o SARS y MERS al 30%. Sin embargo, la forma de transmisión del COVID-19 es mayor y detenerla es el gran desafío a nivel mundial.

Las pandemias son problemas provocados por la gestión y planificación del territorio.
Las ciudades proporcionan a los virus todo lo que necesitan para reproducirse: densidad de población y altos flujos de movilidad, que se traducen en una amplia forma de transmisión. Si se suma la conectividad global estamos ante una enfermedad en red (networked disease).

La dimensión urbana de la provincia de Manabí frente al covid-19 plantea importantes desafíos relacionados a la densidad poblacional, gobernanza, salud, planificación, movilidad, inclusión, medio ambiente, participación ciudadana y economía.

La cartografía presentada, permite comprender la densidad poblacional de Manabí. Los puntos más representativos indican mayor cantidad de población aglomerada por km2. Por lo tanto, los cantones que tienen puntos más representativos, como: Portoviejo, Manta, Jaramijo, Sucre, Tosagua, Chone, El Carmen, Jipijapa y Rocafuerte, son aquellos que contienen mayor concentración de habitantes y deben prestar mayor atención a las recomendaciones de prevención para evitar la transmisión del virus. Estas recomendaciones son: el aseo, a través del lavado de manos y el aislamiento social.
La relación entre la dimensión urbana de la provincia, el crecimiento poblacional, la concentración de habitantes por cantón y el coronavirus, sugiere repensar la forma de administrar la densidad poblacional para mejorar la capacidad de reacción de la provincia manabita, a próximas pandemias y sucesos del cambio climático.

Comparto posibles alternativas que pueden implementarse a los planes locales, después de superar la pandemia:

  • Planificar el territorio desde la perspectiva de las enfermedades infecciosas.
  • Gestionar de forma ordenada y planificada la expansión del territorio.
  • Mejorar la accesibilidad de los servicios básicos y de conectividad.
  • Promover formas de transporte activo e infraestructura seguras, como caminar e ir en bicicleta al trabajo o a los centros educativos. Proporcionar suficientes espacios públicos seguros (parques, vías peatonales y otros espacios al aire libre) donde las personas puedan recrearse sin riesgo de contagio.
  • Mejorar la eficiencia del transporte público. Establecer políticas de control en cuanto a la capacidad de usuarios mínima y máxima en cada una de las unidades de transporte, para evitar aglomeraciones.
  • Descentralizar los servicios esenciales y competencias administrativas. 
  • Establecer políticas locales e infraestructuras para combatir los flujos globales del turismo.
  • La planificación de recursos hospitalarios no debe medirse por el número de camas hospitalarias, sino en la capacidad de ofrecer procesos que optimicen los servicios de salud. 
  • Educación, en cuanto a prevención de enfermedades y manejo de la información.
  • Cambiar hábitos de saludo y estilos de vida a través de iniciativas ciudadanas.
  • El sector de la construcción constituye un sector estratégico que, históricamente, ha contribuido a motorizar la economía en los momentos de crisis, tanto por su capacidad de generar trabajo como por la dinámica de inversiones. Posiblemente, vuelva a cumplir un rol central y será necesario definir obras prioritarias. Establecer normas de construcción que planteen a las grandes inmobiliarias el uso de tecnologías no contaminantes, arquitectura inteligente, uso de techos y paredes verdes, replantear el diseño de los espacios, revisar qué tenemos y cómo podemos generar cambios a nuestra ciudad y provincia para mejorar la calidad de vida urbana y rural. Este es también un interesante desafío para la academia, arquitectos y planificadores.


¿En el futuro quienes deben intervenir en el diseño de las ciudades?
En el futuro, el diseño de nuestras ciudades requerirá un enfoque interdisciplinario que incluya geógrafos, científicos de salud pública, sociólogos, expertos en gestión y administración pública, entre otros; para desarrollar posibles soluciones de prevención a futuros brotes de enfermedades.

La infraestructura digital podría ser el saneamiento de nuestro tiempo. Es posible encontrar en las redes digitales, proyectos auto-organizados, como: plataformas de recolección de datos, gestión de conocimiento, redes de apoyo vecinal, y prácticas de solidaridad urbanas.
Implementar en los cantones manabitas, un urbanismo de calidad y responsable con el medio ambiente, puede ser un auténtico revitalizador social y ecológico, además de promover el crecimiento económico.
Los ciudadanos deben ser conscientes y responsables para adoptar una actitud de respeto, compromiso y cuidado a la salud de las ciudades.
El crecimiento poblacional y el desarrollo deben justificarse sobre análisis socio-económicos rigurosos. La dimensión urbana de la provincia de Manabí frente al covid-19, sugiere construir ciudades saludables, inclusivas y productivas. Es momento de olvidar las propuestas estrellas de grandes infraestructuras y crecimientos, que solo fomentan un falso desarrollo.
Vencer al coronavirus es posible, si nos cuidamos y trabajamos juntos. 


miércoles, 11 de marzo de 2020

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA PARTICIPACIÓN DE LAS MUJERES EN LA PLANIFICACIÓN DE NUESTRAS CIUDADES?





La importancia de las mujeres en la planificación de ciudades nace de la necesidad de construir gobiernos abiertos a la noción de incluir perspectiva de género a través de la participación activa de las mujeres.

La participación de las mujeres en la planificación de nuestras ciudades es importante porque contribuye a la identificación y comprensión de las problemáticas cotidianas como: seguridad personal, el cuidado de niños y niñas, adultos mayores, salud, accesibilidad, y la movilidad; elementos que configuran la rutina frecuente en la vida de las mujeres.

Muchas veces estos esfuerzos se centran en las fases de empoderamiento, de inclusión de las mujeres y personas vecinas en el diagnóstico de la situación actual con el fin de recoger sus experiencias, pero pocos son los gobiernos locales que permiten a las mujeres y la población vecina en general intervenir directamente en los cambios, el diseño y las transformaciones de su entorno. Los expertos sobre los procesos de transformación y planificación del territorio afrontan la barrera de la jerarquización entre los expertos y el conocimiento de los vecinos sin valorar el conocimiento local de las mujeres en un territorio, por el hecho de no tener un grado técnico o académico.

Mientras no se cambie esta concepción y los técnicos responsables de la planificación no rompan esta jerarquía para que desde la humildad adopten un rol de facilitadores de procesos, será difícil ver la perspectiva de género aplicada en la planificación del territorio.

En gran parte, la ciudad se planifica para un hombre (rol de género y no de sexo) de mediana edad, en plenas condiciones físicas, con trabajo estable y bien remunerado que le permite tener vehículo privado, esposa, quién le aguarda en casa, con todo listo y preparado.

Pensemos. La inversión pública sobre el mejoramiento del sistema vial para vehículo privado: calles, puentes, distribuidores de tránsito (rotondas, parterres, etc.) comparada con la inversión en trasporte público eficiente, accesible, frecuente, seguro y cobertura de destinos rurales y urbanos. 
Las tendencias de usuarios en vehículo privado son mayoritariamente de género masculino y corresponde a una mínima parte del total de la población. Demostrando, para quién se diseña y proyecta la ciudad.

La experiencia de las mujeres en las ciudades evidencia las dificultades y necesidades del día a día. Aceras insuficientes para acompañar a quien necesita ayuda, caminar con los hijos, circular con cochecitos de bebés, sillas de ruedas, bastones, muletas; iluminación de las calles priorizada sobre las vías y no en aceras, pasos peatonales ni espacios públicos.

Las percepciones sobre seguridad en las mujeres sobre el espacio público han sido respondidas, como: “Miedo, limite, alerta, no vas o no pasas por ese lugar”.

Los recorridos hacia las escuelas están a menudo llenos de obstáculos, dificultades, peligros, a tal punto de construir vías rápidas con aceras estrechas junto a instituciones educativas.

¿Cuál es la distancia que debe recorrer el peatón para llegar al paso cebra?

Conocemos que a menor número de semáforos el tráfico es más fluido, rápido. Los radares no aportan a la seguridad vial, y nuevamente nos preguntamos: ¿para quién se piensa la ciudad?
La seguridad y la percepción de los usuarios en las ciudades son distintas para mujeres y hombres.
Alcanzar ciudades seguras, justas, solidarias, con estilos de vida que incorporen la visión de las mujeres, priorizando los seres vivos y la experiencia, son los desafíos que deben asumir quienes administran las ciudades, la corresponsabilidad social de una planificación urbana y rural, de género e inclusiva.

La participación de las mujeres en la planificación de las ciudades necesita la implementación de un urbanismo de género que aporte a la seguridad y la calidad de vida de todos los ciudadanos. Implementar un urbanismo de género que invite a todos sin distinción, a dialogar, escuchar y planificar de mejor forma la ciudad que queremos. 
Debemos admitir el factor género en la ciudad como la fuente de una nueva cultura compartida, y debemos participar en la definición de una nueva filosofía de diseño y
planificación de nuestras ciudades.