MUJER
MANTENSE Y SU DERECHO A LA CIUDAD.
Arq. Karla Barcia Ruiz
baruconsourcing@gmail.com
“El Derecho de las Mujeres a la ciudad busca
demandar la omisión de las mujeres en la planificación de nuestras ciudades, la
cual se debe a un modelo androcéntrico que ha subordinado a las mujeres”.
Una problemática social que afecta de manera
directa a las mujeres y por la que es urgente trabajar en políticas públicas,
es el de la violencia. La violencia de género no solo afecta a mujeres en
ambientes privados como el hogar, ha escalado al espacio público.
El Derecho de la Mujer mantense a la ciudad es
un tema de justicia social. Este derecho tiene valor político y teórico.
Político, por capacidad de transformar y teórico, por la necesidad de construir
políticas que protejan el derecho de la mujer a la ciudad.
Históricamente, las mujeres han vivido en una
sociedad marcada por la desigualdad de género.
Escuchar o leer
“La ciudad de todos” es discurso vacío. El diseño y construcción de ciudad
es propuesto por hombres. Proceso sin democracia e inconstitucional, alcanzando
soluciones de ciudad a medias y poco funcionales.
¿Cómo conocer el espacio que necesita una embarazada o un
ciudadano con discapacidad física en la ciudad, si no consideramos en la mesa
de diseño a representantes de estos cuerpos? Si le preguntarán a las mantenses cómo quieren
habitar sus casas, no existirían proyectos habitacionales imponiendo formas de
habitar como por ejemplo el diseño de escaleras angostas y peligrosas,
lavanderías en pisos altos. La pandemia evidencio la falta de espacios de
estudio o desarrollo productivo en la vivienda.
Promover el derecho de las manteses a su ciudad requiere la
incorporación de mujeres a las mesas de
diseño y toma de decisión. La participación de las
mujeres en la planificación de nuestra ciudad es importante porque contribuye a
la identificación y comprensión de las
problemáticas cotidianas como: seguridad personal, el cuidado de niños y
niñas, adultos mayores, salud, accesibilidad, y movilidad; elementos que
configuran la rutina frecuente en la vida de las mujeres.
Las mantenses a través de sus actividades de género,
son quienes se desplazan con frecuencia sobre el espacio público, no es
sencillo caminar sobre aceras angostas, deterioradas y con obstáculos, llevando
a su cargo: niños, adultos mayores, personas con discapacidad y además evadiendo
a ciclistas y motociclistas quienes invaden las aceras. Quienes administran la
ciudad consideran prioridad la construcción de ciclo vías que la
reconstrucción, reparación, cuidado y adecuación de aceras, rampas, calles y
parques. Resolviendo parcialmente los conflictos de movilidad de la mujer,
limitando su ejercicio de derecho a la ciudad.
La discriminación y violencia contra las
mujeres se presenta en los espacios públicos de la ciudad.
El transporte público no es la excepción, para
mujeres y niñas representa un alto riesgo de acoso sexual, conductas y hábitos
facilitados por las condiciones de saturación y congestión de usuarios en un
transporte público insuficiente.
Con estos antecedentes son necesarias acciones
efectivas con perspectiva de género, cómo: ampliación de aceras, eliminación de
barreras sobre el espacio público, iluminación adecuada de aceras y calles,
seguridad pública, espacios de recreación con perspectiva de género (las
canchas de futbol no promueven igualdad de género en la ciudad), transporte
público eficiente.
Acceso a vivienda digna, no es cuestión de
albergue, sino una cuestión de recuperar la vida, enriqueciendo y ampliando las
esferas de las actividades humanas y por supuesto, la construcción de políticas públicas que
protejan el derecho de las mujeres mantenses a la ciudad.
Políticas que privilegien un enfoque preventivo
y no represivo, involucrando a distintos sectores sociales y, al mismo tiempo,
que integren la seguridad urbana como atributo del espacio físico en la
planificación de la ciudad.
El derecho a la
ciudad no incluye un diseño pensado solo en nuestras necesidades como mujeres y
los roles que desempeñamos. Debe tener visión con perspectiva de género, desde
la vivienda, la movilidad de las mujeres, de los espacios públicos y una
política que garantice nuestra seguridad en cada uno de los espacios
mencionados.
Considerando el Día
Internacional de la Mujer como marco, es urgente trabajar en acciones que nos
acerquen a una mejor ciudad. Pertinente es también contar con mujeres y hombres
preparados en la materia en puestos que nos ayuden a diseñar no solo ciudades,
sino políticas públicas para acceder a ese derecho que nos sigue siendo
arrebatado cada día; el Derecho a la Ciudad.
El derecho de las mujeres
mantenses a la ciudad va de la mano como
el derecho de las mujeres a disfrutar de una Manta segura.
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