Los conflictos
de la movilidad aumentan, la ausencia de acciones reflejan resultados poco
satisfactorios.
La puesta en
marcha del proyecto “Par vial” no evidenció articulación de alguna política
pública de transporte relacionada con el uso y ocupación del eje vial, tráfico
ordenado, respeto a paradas de buses, accesibilidad segura al transporte
público, uso adecuado de zonas de estacionamiento, accesos seguros y límites de
velocidad. Establecer o articular políticas públicas es sumamente necesario,
para efectuar el orden y garantizar la seguridad de los ciudadanos.
El diseño del
sistema vial de la ciudad de Manta se encuentra colapsado y no está en
capacidad de soportar el volumen de tráfico de los próximos cinco años. Diseñar
más autopistas, no es la solución.
Mencionado lo
anterior, se debe reconocer y aceptar que Manta necesita un plan de movilidad
cantonal, urgente.
El diseño de
movilidad del cantón Manta debe priorizar la movilidad de personas y no de
automóviles.
La gestión de
movilidad debe plantearse como estrategia integral entre lo urbano y rural
junto a las distintas formas de desplazamiento para resolver conflictos de
accesibilidad de los ciudadanos. Un plan de movilidad cantonal es la
oportunidad para reescribir y construir identidad de ciudad.
¿Cuál es el
modelo de ciudad propuesto? ¿Qué tipo de ciudad estamos planificando?
Para manifestar
cualquier avance de ciudad, será indispensable una visión clara sobre el modelo
de ciudad que se desea alcanzar. Aun no se conoce el modelo de ciudad para
Manta.
Es necesario
planificar la ciudad con visión a largo plazo, planificación que debe mejorar
la infraestructura de movilidad y prestación de servicios públicos y sociales e
integrar el espacio urbano y rural socio-económicamente. El territorio debe
pensarse como un todo y un plan de movilidad debe ejecutarse en coordinación
con la funcionalidad de la ciudad.
Ejecutar
proyectos aislados del plan cantonal sólo dibujara caminos de ciudad
escasamente exitosos. La cultura de planificación debe lograr acciones
articuladas estratégicamente en la toma de decisiones de los planes y proyectos
de ciudad.
Se sugiere como
modelo de ciudad la implementación de estrategias de seguridad, salud e
inclusión.
De la mano de aquellas estrategias, se deben abordar las
problemáticas de transporte. Se plantea como medida necesaria la ejecución de
un “Plan de movilidad cantonal” que integre la zona urbana y rural a través de
un sistema vial que incluya a todos los usuarios de las vías. Los objetivos de
este plan son: mejorar la movilidad, recuperar el uso de las calles, mejorar la
accesibilidad y promover alternativas de transporte. El plan coloca como ejes
prioritarios de diseño, el medio ambiente, ciudadanos y el cantón en su
conjunto.
Este plan de
movilidad cantonal propone: reducir accidentes, sistema de vías de trafico
calmado, facilidad de estacionamientos, desincentivar el uso del automóvil,
abordar políticas de movilidad integradas con las políticas ambientales,
urbanas y rurales sobre ordenamiento del territorio, ordenar y jerarquizar el
sistema vial, diseño de carriles exclusivos para el transporte público,
ampliación de coberturas del servicio de transporte público hacia la zona
rural, promover alternativas de transporte eficientes no contaminantes a través
de un sistema modal, diseño seguro e inclusivo del espacio público, ampliar el
espacio peatonal, diseño de zonas escolares
seguras, establecer nuevos límites de velocidad, infraestructura, equipamiento,
un trabajo técnico y de sensibilización sobre educación vial.
El diseño de
ciclo vías debe plantearse como alternativa de transporte y no como solución a
problemas de pobreza. Diseñar ciclo vías para poblaciones que realizan trabajos
pesados (ocho horas diarias) y deben movilizarse entre dos o más horas para
llegar a su destino, es inhumano.
Las grandes
ciudades no se miden por sus grandes infraestructuras, sino por la calidad de
sus aceras y espacios para la recreación.
A mediano plazo
todos los oficios ligados a la movilidad deberán presentar planes articulados
al modelo de ciudad, para reducir costos, facilitar los desplazamientos y
evitar viajes innecesarios. De esta forma, todos trabajarán en la construcción
de una ciudad de calidad.
El plan de
movilidad cantonal, rehabilita el espacio público mediante diversidad de usos,
nodos y circuitos (turístico, comercial, zonas 30, peatonales, etc.) que
integrarán el territorio propiciando encuentros ciudadanos con igualdad de
oportunidades.
Usar el sentido
común es tener una ciudad limpia menos ruidosa, sana, una ciudad para sus
ciudadanos. Queremos a Manta mejor, amable y segura.