lunes, 20 de abril de 2020

BIG DATA ¿una alternativa de desarrollo para Manta después del COVID 19?


Por Wendy Barcia Ruíz
Gerente de Baruconsourcing C.L







A nivel mundial, el COVID 19 ha dejado pérdidas humanas, económicas y alteraciones en los hábitos de cotidianidad. La cuarentena en algunos países estará por finalizar y quedará la interrogante ¿y ahora qué? Probablemente, la respuesta más concreta sea: “volver a la cotidianidad y continuar”, pero, realmente ¿es cuestión de enfocarse en volver a la cotidianidad?
Volver a la cotidianidad no será fácil y regresar al “antiguo estilo de vida” será la opción menos óptima en términos de desarrollo y productividad.      

El COVID 19 convirtió las tecnologías de la información y comunicación (TIC’s) en la opción de productividad viable para quienes debían quedarse en casa.

Servicios telemáticos fueron utilizados en áreas de salud, educación, producción, administración, restauración (alimentación y bebidas), información y actividades comerciales.

Las TIC’s han liderado los mercados económicos y la transformación social ha sido impactante. Todo se reduce a un Smartphone: videollamadas, chats, servicios de compra y venta, aprendizaje, información, ubicaciones geográficas, etc.   

En un Smartphone, pequeño dispositivo tecnológico se gestionan inmensas cantidades de datos, información que es codificada y programada para generar servicios ágiles, eficientes y seguros.
El BIG DATA y la tecnología permitieron la gestión de inmensas cantidades de datos que ofrecen servicios telemáticos, tecnológicos y ágiles al servicio de la comunidad.

El big data ha sido definido por Capell (2019), como volúmenes inmensos de información, enormes cantidades de datos generados por personas y máquinas que tienen por finalidad, aumentar el conocimiento que tienen las organizaciones sobre sus proyectos y operatividad para la toma de decisiones, además de, elaborar predicciones para reducir riesgos relacionados a las preferencias y gustos de los consumidores.

Utilidades del BIG DATA

La gestión de big data ha permitido:

  • El control sobre el estado de maquinarias industriales mediante sensores, previniendo futuros daños y pérdidas de producción.
  • Estudiar el rendimiento físico de deportistas, mediante dispositivos inteligentes que miden la capacidad física y estado de nutrición, para mejorar niveles en competencias.
  • Sentido de ubicación y movilización espacial mediante dispositivos GPS.
  • Conocer la cartera de clientes, para prevenir la disminución en ventas e incrementar el nivel de ventas de los comerciantes.
  • El big data permite que “hoy”: se compren productos sanitarios y alimenticios mediante aplicaciones digitales, se busquen vacunas a virus infecciosos, se encuentren conectados a redes sociales, y estén trabajando telemáticamente. 


¿Una alternativa de desarrollo para la ciudad?

Ahora todo es BIG DATA, es necesario implementarlo. En términos de desarrollo territorial, algunos expertos dirían que se trata de las “Smart Cities”, y entraría a debate la inversión en desarrollo sanitario y social versus desarrollo tecnológico y el debate difícilmente acabaría, pero no es cuestión de debatir sino de actuar.

El sistema social y sanitario es prioridad y debe ser prioridad, por esta razón, el big data debe gestionarse, no sólo como un aplicativo tecnológico, sino como un instrumento de utilidad para el sistema sanitario, social, económico y ambiental.

Aplicaciones:  
En el sistema sanitario: la ciudad cuenta con población profesional en áreas de informática y programación, capaz gestionar aplicaciones que gestionen bases de datos de enfermos, control de medicamentos, seguimiento y rendimiento del virus, movilización de ciudadanos en cuarentena. La gestión viene de dos vías: funcionarios públicos y voluntarios.

En la academia: en semanas próximas se gestionarán servicios digitales de educación, pero su oferta académica necesita REVOLUCIONAR, la próxima generación de profesionales debe tener conocimientos en programación, en servicios digitales, codificación y gestión de las TIC’S, profesionales en marketing digital, científicos de datos, etc.

En el sistema laboral: cantidades de profesionales desempleados deben especializarse en habilidades relacionadas a las TIC’S, es la nueva demanda laboral.

PYMES: deben invertir en programas ágiles para conocer a sus clientes e incrementar sus ventas. Deben proyectarse en el comercio electrónico.

En el ocio: es conveniente aprovechar la cuarentena para navegar en el internet. Para los jóvenes existen juegos gratuitos de programación java, oportuna para el desarrollo de habilidades en programación digital.  

En el gobierno: invertir en big data es prioridad, se recomienda implementar inteligencia turística en la ciudad: recorridos virtuales promocionados en las páginas web institucionales a nivel internacional.
Invertir en proyectos big data para: solucionar problemas de fraude fiscal, diseños inteligentes que optimicen la movilización del transporte público, sistemas y sensores para el control de sanidad en espacios públicos y mercados de abastecimiento y, ventanas virtuales de atención al ciudadano.
Durante el 2017 los países del mundo han invertido $150.8 billones de dólares en proyectos big data (BID, 2019), la ciudad merece un nuevo salto de desarrollo.
  

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