Sostenibilidad en la construcción, el rol de los
profesionales y el trabajo comunitario.
Arq.
Karla Barcia Ruiz
En
Crucita se construye el “CENTRO CULTURAL
LAS GILCES”, proyecto impulsado por la fundación PASOS (Proyectos
Autoconstruidos Sostenibles con Objetivo Social) y la intervención de profesionales de la carpintería,
arquitectura e ingeniería de Berlín.
El proyecto
nace de la necesidad de construir un espacio multifuncional, seguro y
recreativo para fomentar el desarrollo comunitario y asistir a una población
afectada por el pasado 16 A, comunidad que hasta la fecha actual, no recibe
ayuda.
La
propuesta arquitectónica se ejecuta con criterios de construcción sostenible y
sismo resistente, uso predominante de la caña como recurso propio, natural, de
bajo costo, respetando la armonía e identidad de la zona.
Frente
a la pandemia los trabajos no cesan, continúan con todas las medidas de
prevención y cumpliendo protocolos de bio-seguridad. La lucha conjunta, entre
comunidad y voluntarios de Berlín, sigue en pie.
Queda
mucho por hacer, cumplir este sueño requiere de ayuda.
El
esfuerzo de estos arquitectos se cristaliza de a poco, abordaron la profesión
desde la perspectiva sensible, invirtieron su rol de jefes de obra, para
convertirse en constructores de la obra, intercambiaron el rol de oficina por
implementar la arquitectura desde el terreno y en equipo. Piensan la profesión
desde la sostenibilidad, decidieron aprender, conocer y construir con
materiales de nuestra tierra. La caña guadua es el anfitrión de este proyecto.
Las lecciones aprendidas de esta experiencia sitúa en cuestión el rol del
arquitecto en nuestra sociedad.
Identificar
necesidades en la provincia de Manabí, permite vincular a los profesionales con
la comunidad. “El trabajo comunitario es el puente para identificar necesidades
y conocer realidades para abordarlas con responsabilidad social” esta fue la
expresión del voluntario Arq. Jesús Cañarte.
El rol
de los profesionales en la provincia de Manabí se está identificado como
individualista y desconectado a sus realidades. Los arquitectos deben re-pensar
la arquitectura para asignar valor y cualidad a las edificaciones, respeto a la
identidad y entorno natural. Desarrollar espacios participativos, colectivos,
sostenibles, accesibles, seguros, construir arquitectura para todos.
El
desarrollo rural y urbano no puede obedecer a etiquetas sociales. “Como
profesionales debemos ganar la batalla a las construcciones de hormigón, a la
destrucción de los ecosistemas, al trabajo individual y el equivocado
desarrollo inmobiliario”, fue la expresión de la Arq. Nere Guarrotxena voluntaria
de la ciudad de Berlín.
Desde
la experiencia del voluntariado, la construcción del centro comunitario Las
Gilces es una obra de arte y cultura, es la expresión de vida en comunidad.
El
desarrollo de los territorios se construye a través del trabajo comunitario, los
ciudadanos requieren de la experiencia del conocimiento. Acompañar y construir
los sueños en comunidad, es lo más gratificante en la vida de quienes somos
profesionales y voluntarios.
La
vinculación de los profesionales y comunidad, no pueden almacenarse en
documentos de cien páginas, los proyectos deben ser tangibles, tarea pendiente
de la Academia y profesionales.
Este grupo de voluntarios profesionales de Berlín, llegó a
Manabí para inspirar. Sobre sus hombros reposa la esperanza de construir este
sueño para la comunidad Las Gilces en Crucita. Para cumplir este sueño, es
necesaria la ayuda de todos, como voluntarios o a través de contribución
económica.
Es
posible transformar realidades, hoy tenemos la oportunidad de hacer más por la
sociedad y nuestro territorio.
Están
invitados a construir entre todos este sueño, la comunidad Las Gilces los
esperan. Las construcciones sostenibles, los profesionales y el trabajo
comunitario, son los pilares fundamentales en la construcción del desarrollo en
nuestros territorios.
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